Lo logró en cinco días. A este paso, Threads podría alcanzar en sus primeros diez días de existencia un tercio de las cuentas de Twitter – unos 350 millones -, a pesar de que se trata de un producto en un estado embrionario. De hecho, el lanzamiento de la red estaba previsto para el mes de septiembre, hasta que el fundador, dueño y máximo responsable de Meta, Mark Zuckerberg, decidió adelantarlo ante los problemas de Twitter, que habían obligado a esa plataforma a limitar el acceso de sus usuarios.
El éxito del lanzamiento de Threads ha hecho que el dueño de Twitter, Elon Musk, haya acusado a Meta de plagio y le haya amenazado con llevarle a los tribunales. Pero parece improbable que esa iniciativa llegue ni tan siquiera a ser planteada ante los tribunales. El equipo jurídico de X – la empresa, creada por Musk, para gestionar Twitter – ha enviado una carta a Meta acusándole de robar “prácticas comerciales y otra información altamente confidencial”, pero no ha sido capaz de presentar un solo ejemplo concreto de violaciones de la ley.
Es más: el mercado de las redes sociales es lo suficientemente maduro como para que una serie de empresas similares – como Mastodon o Bluesky, creada por el fundador y ex máximo responsable de Twitter, Jack Dorsey – compitan contra la red social de Musk ofreciendo servicios muy similares a ésta. La actitud de Musk recuerda a su fallida estrategia para dar marcha atrás del contrato de compra de Twitter que firmó en marzo de 2022.
Tras meses de amenazas, y ante la posibilidad de un juicio que no solo iba a perder sino que amenazaba con destruir sus relaciones personales y económicas con parte de la élite de Silicon Valley, Musk dio marcha atrás y aceptó que tenía que comprar Twitter por lo que se había comprometido a pagar por ella, 44.200 millones de dólares (39.700 millones de euros), un precio probablemente superior en un tercio al valor real de la empresa.
Mientras los usuarios de Twitter abren cuentas en Threads, y la primera de esas redes ve cómo se agrava su caída de tráfico y de anunciantes, la nueva plataforma se enfrenta a incertidumbres regulatorias y de desarrollo del producto. Rob Sherman, el vicepresidente de Instagram, a la que está vinculado Threads, ha confirmado – obviamente, en un post en esa red social, no en Twitter – que la razón por la que ésta no se encuentra disponible en la Unión Europea es por la incertidumbre regulatoria generada por la Digital Markets Act, que es la legislación que regulará a las grandes empresas tecnológicas. En Estados Unidos, es altamente probable que el regulador – que está en una guerra declarada con las grandes tecnológicas, incluida Meta – investigue a Meta por Threads dado que, al depender de Instagram, está cruzando usuarios y, posiblemente, publicidad de una plataforma a otra. Según Meta, Instagram tiene 2.350 millones de usuarios que entran en la web cada mes, con lo que su potencial para ayudar a Threads a levantar el vuelo es considerable.
La cuestión del tipo de producto que será Threads es también una incógnita. Meta siempre ha dado prioridad a la monetización de sus contenidos. Esa estrategia es muy diferente de la de Twitter. Esa plataforma no tuvo una verdadera estrategia – lo que ha hecho que durante la mayor parte de su historia haya perdido dinero – hasta que la compró Musk. Pero su actual dueño ha ido moviendo a Twitter más y más hacia el ala más nacionalista del Partido Republicano, representada por el candidato a la presidencia y gobernador de Florida Ron DeSantis, que precisamente anunció su campaña a la Casa Blanca en una sesión (plagada de fallos técnicos) en Twitter con el propio Musk y el inversor David Sacks, que apoya a Rusia en la invasión de Ucrania.
La cuestión, ahora, es si Threads, a medida que vaya desarrollando funcionalidades, da prioridad a los contenidos de actualidad, que es lo que ha dado relevancia política y cultural a Twitter o, al estilo de Instagram, a influencers más centrados en mensajes de moda o tendencias. Porque, por el momento, cada vez más gente abre su cuenta en Threads, pero los mensajes que allí aparecen tienden a ser una copia y pega de los que han colgado antes en Twitter. En la medida en que Threads vaya desarrollando un sistema que permita colgar e intercambiar contenidos con otras redes como Mastodon, la actualidad podría ganar en importancia. Pero para comprobarlo habrá que esperar.