La evolución de los precios al consumo ha sorprendido al alza en el Viejo Continente. Así, la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha mantenido estable en agosto en el 5,3%, aunque los bancos de inversión preveían un recorte de dos décimas, lo que supone repetir el menor encarecimiento de los precios desde enero de 2022, según la primera estimación de Eurostat, que sitúa a España y Bélgica como los países de la región con menor incremento de los precios, con un 2,4% en ambos casos.
La evolución de los precios en la zona euro en agosto, que presionará aún más al BCE, obedeció principalmente a la menor caída en el coste de la energía, con una bajada del 3,3%, frente al retroceso del 6,1% de julio, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos se moderó al 7,8% desde el 9,2%. Asimismo, en el caso de los servicios, los precios subieron un 5,5% interanual, una décima menos que en julio, al tiempo que los bienes industriales no energéticos se encarecieron dos décimas menos que el mes anterior, con una subida del 4,8%.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa interanual de inflación de la zona euro en agosto se situó en el 6,3%, frente al 6,7% del mes anterior, mientras que, al dejar fuera también el impacto del precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente de inflación se moderó al 5,3% desde el 5,5%, su nivel más bajo desde mayo.
Entre los Veinte, las tasas anuales de inflación más bajas se registraron en Bélgica y España (ambos 2,4%), mientras que las subidas más intensas de los precios correspondieron a Eslovaquia (9,6%), por delante de Croacia (8,5%) y de Austria (7,6%). El repunte de la tasa de inflación armonizada de España desde el 2,1% de julio al 2,4% en agosto reduce el diferencial de precios favorable respecto de la media de la eurozona a 2,9 puntos porcentuales, frente a los 3,2 del mes anterior.