Sihwan Kim, después de tres días de trabajo, terminó en la última posición del LIV Golf de Valderrama embolsándose 120.000 dólares. Esta cantidad supone dos veces y medio más de lo que la golfista Carmen Alonso ha sumado en la semana más importante de su carrera. Fuera de los focos y de la música estridente, de los multimillonarios cheques, coincidiendo con el desenlace del Valderrama y a casi 5.000 kilómetros de Sotogrande, la golfista vallisoletana lograba, a sus 38 años, su primer triunfo en el Circuito Europeo Femenino (LET).
Han tenido que pasar 19 años y 251 torneos. En la historia del Circuito Europeo femenino no hay precedentes de una trayectoria así, de una persistencia con un final feliz. Lo normal hubiera sido tirar la toalla, pero el secreto es que Carmen no se mueve por el dinero, ni siquiera por los triunfos. “Quiero tanto lo que hago”, dice Carmen al otro lado del teléfono con la voz casi quebrada.
Unos celebraban con champagne y regresaban a casa en aviones privados, y Carmen y su caddie, la ex jugadora María Beautell, pieza fundamental de su nueva juventud, lo hacían en el Starbucks del aeropuerto de Málaga a las tres de la mañana, esperando su trasbordo a casa. Son dos realidades bien diferentes. La vallisoletana de 38 años tiene claro cuál ha sido el mejor premio. “Lo más emocionante de todo ha sido ver llorar a los míos, llamé a mi hermano, entrenadores, a mi madre y todos estaban llorando, felices por mí, eso es lo verdaderamente importante y lo que me ha hecho darme cuenta de lo que he conseguido”.
UNA JUGADORA MUY QUERIDA
Sólo ellos saben lo que hay detrás de este triunfo; su familia, equipo y, por supuesto, sus compañeras: “He visto a jugadoras llorar porque he ganado, wow…es muy fuerte”. Y es qué si hay una jugadora querida en el circuito, esa es la española, a la que todas llaman Menchu. “Yo sólo intento ayudar a todo el que me lo pide”, se justifica modestamente.
“Hay mucha gente que me ha felicitado que casi ni conozco, quizás de lo que más ilusión me hizo es que estaba saliendo del green del 18 y ya tenía un mensaje de Carlota Ciganda“, expresa con ilusión Carmen. Desde Pebble Beach preparando el Us Womens Open, Carlota Ciganda corrobora la versión y atiende enseguida al teléfono: “Cuando estábamos en los equipos nacionales, yo tendría 13 o14 años y ella 18 o 19 y, siempre me acogió como una hermana y me ayudó. Me alegro un montón de la victoria. Tiene mucha pasión, nunca se ha rendido, todas lo hubieran dejado y ella ha seguido. Me alegro por ella”, concluye la mejor jugadora española del momento.
Carmen, después de 19 años como profesional, ganó hace unos días el Ladies Finnish Open en Finlandia con un golpe de ventaja sobre Johanna Gustavsson. “En realidad no me agobiaba la sensación de ganar, cuando llego al tee del uno, sólo me obsesiona hacer bien mi trabajo y darlo todo. Me divierto mucho, y con Maria Beautell como caddie me lo paso muy bien”.
El secreto es la pasión que Carmen siente por este deporte. “Está enamorada del golf”, apunta Alicia Garrido, promotora y organizadora de los más importantes torneos femeninos, incluido la Solheim Cup de este año. “Nos alegramos tanto del triunfo, que nos fuimos a cenar y a celebrarlo y le mandados una foto”, comenta.
POCO BENEFICIO ECONÓMICO
En 18 años de carrera en el LET, Carmen Alonso no ha superado a la cifra de 600.000 euros en ganancias, o lo que es lo mismo, ha venido ganando unos 31.000 euros al año. De los que hay que descontar gastos. Esta temporada, por ejemplo, Carmen ha tenido que viajar no sólo por Europa, competirá en Kenia, Sudáfrica, Arabia Saudita, Singapur, Florida, India, Tailandia, Hong Kong. Además, tiene que pagar a todo el equipo a su alrededor (caddie, entrenador y preparador físico). La pregunta es, ¿cómo lo hace? “Con mucho esfuerzo, sigo viviendo en casa de mi madre y me ayuda económicamente, si no, no podría hacer lo que hago”.
Carmen agradece a la empresa Preventiva, su patrocinador, que le cubra aproximadamente un 40% de los gastos. “Yo empiezo el año sabiendo que tengo que ganar mucho dinero, a mitad de temporada siempre espero haber ganado lo suficiente para cubrir los gastos, y la otra mitad, ya la juego para mí”. Todo, con el agravante de que si en el golf no pasas el corte, no ganas dinero, y si lo pasas, en Europa hay poco dinero. Hace unas semanas quedó sexta en Alemania y se llevó un cheque de poco más de ocho mil euros.
“El golf femenino profesional es bastante duro. Nos faltan ayudas, no hay televisión, la gente nos debería conocer más porque somos más cercanos para los amateurs”, explica la vallisoletana.
Hace algunos años, en 2008, Carmen estuvo a punto de rendirse: “Con la crisis, había muy poco dinero en el Circuito, y me planteé dejarlo y empezar a dar clases en el Club de Golf del RACE. Recuerdo que mi preparador, con el que tengo mucha confianza, me vio en el gimnasio y me dijo ‘¿Carmen, que vas a hacer?'”. Su preparador tenía razón, Carmen nunca sería feliz lejos del golf, apartada de la competición. “La conocí cuando era muy jovencita y estaba en el equipo nacional, sólo comía, vivía, dormía por el golf y creo que lo sigue haciendo”, apunta Marta Figueras-Dotti, presidenta del Circuito Europeo Femenino, entrenadora y única española con una victoria en un major. “He trabajado con ella durante muchos años y he vivido mucho. Estaba con su familia en mi casa de Sarasota (EE.UU) cuando su padre murió en un accidente, fueron momentos durísimos para todos”. Carmen ha tenido que luchar contra todo y siempre ha salido a flote. “Hemos vivido momentos críticos en el LET y nunca se rindió, es una trabajadora incansable en todos los aspectos”, sentencia Figeras-Dotti.
La pasión que pone Carmen en el golf es la misma con la que hablan de la vallisoletana los que la conocen, va a cumplir 39 años, pero ¿será esta victoria un punto de inflexión?. “Ni me lo planteo, me abre las puertas del British Ladies Open y del Evian, pero yo sigo a lo mío y disfruto con lo que hago“, la nueva ganadora en el LET, se despide feliz.